Consideraciones sobre el Q-Commerce en Bolivia

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El Alto, 27/09/21 En Bolivia prosperan los servicios de entrega ultra-rápida (Q-Commerce). La premisa es entregar un pedido realizado en línea en muy poco tiempo, habitualmente en menos de una hora y hasta en pocos minutos. Las empresas de delivery que operan en el país se han visto enormemente beneficiadas con la pandemia por COVID-19, viendo un incremento exponencial en la demanda. A la entrega rápida de comida se han sumado otros productos, como artículos de canasta familiar y hasta entregas a domicilio de dinero en efectivo, generando elevadas tasas de contaminación y aumento de residuos sólidos.

En Bolivia este modelo suele ser más rentable que en otros países debido a que el sector aún no ha sido regulado: en la mayoría de los casos, los repartidores pueden ser freelancers que ponen a disposición su vehículo particular para realizar las entregas, y de momento las empresas no están en la obligación de contratarlos como sus propios trabajadores ni incurrir en gastos adicionales para disponer de una flota grande de repartidores. De acuerdo al testimonio de varios clientes, se observa que algunos negocios afiliados a estas plataformas no emiten factura por la venta de sus productos/servicios, contribuyendo a engrosar el sector informal en Bolivia, uno de los más grandes a nivel mundial. Si el sector llegara a regularse como en otros países, se pondría en entredicho la viabilidad de este modelo de negocio: se calcula que una empresa de delivery sujeta a varias normativas en otros países necesita hasta 8000 pedidos diarios en una gran ciudad para ser rentable.

Aunque muchos usuarios declaran estar preocupados por la contaminación y manifiestan interés en marcas más amigables con el medioambiente y reducción de su impacto, muy pocos están dispuestos a renunciar a entregas ultra-rápidas. En palabras de May López, Directora de Desarrollo de empresas por la Movilidad Sostenible, «hay que educar al consumidor en que la urgencia no es necesaria y es antisostenible». A pesar de las exigencias de muchos usuarios, cada vez más empresas analizan las repercusiones de ciertos modelos de negocio en el medioambiente: un estudio publicado en 2021 por DHL hace hincapié en que el aumento de la popularidad del comercio electrónico en Latinoamérica (especialmente desde el inicio de la pandemia por COVID-19) acelera la importancia de incorporar mejores prácticas ambientales.

Postura de VENBO sobre el Q-Commerce

VENBO se esfuerza a diario por poner el usuario al centro de la experiencia, pero estamos convencidos que la comodidad de los compradores o la necesidad de crecimiento de una empresa no debe ir en detrimento de cosas igual de importantes, como el cuidado del medioambiente y la sostenibilidad de un servicio a largo plazo. El Q-Commerce atenta directamente contra estos principios.

El planteamiento de entregas rápidas en minutos podría no ser viable a largo plazo debido a varios factores: por una parte, la competencia extrema de este sector genera la aparición de nuevas marcas a un ritmo muy acelerado, cada una de ellas sujetas a un umbral mínimo de pedidos diarios para sostener el equipo creciente de repartidores y cubrir otros gastos operativos. La demanda pudiera no ser suficiente (y seguramente se irá reduciendo a medida que se levantes las restricciones por COVID-19) para que todas estas empresas sigan subsistiendo, dejando en clara ventaja a las más grandes capaces de captar fondos y hasta absorber a su competencia.
Por otra parte, la regulación pudiera limitar las actividades de muchas de esas empresas que han maquillado las modalidades de contratación de sus trabajadores para ahorrarse dinero, favoreciendo condiciones precarias para ellos. La alta rotación de los repartidores y la necesidad de su constante capacitación pudiera comprometer la calidad de las operaciones, obligando a las marcas a incumplir los tiempos de entrega, algo inaceptable para la mayoría de usuarios que precisamente usan servicios de delivery bajo esa premisa.

VENBO no usa ningún servicio de entrega ultra-rápida en la actualidad. Disponemos de un servicio de entrega local más rápida (habitualmente con entrega entre 4 y 5 horas desde la confirmación del pedido), pero aún esa modalidad nos permite agrupar varios pedidos para aprovechar al máximo cada ruta y entregarlos en un mismo viaje. Este enfoque permite reducir algo más el impacto medioambiental respecto a un delivery ultra-rápido.

Si bien este planteamiento no nos permite entregar pedidos tan rápido como lo hacen otras empresas locales, nuestra logística nos permite llegar a más ubicaciones (hasta la fecha, más de 100 lugares entre ciudades y provincia a nivel nacional) y contribuye a reducir notablemente la huella ambiental de nuestra empresa.

Aunque no nos cerramos al uso de un servicio de entrega ultra-rápida en el futuro, esta decisión estará sujeta a un análisis profundo de estudios disponibles sobre el impacto medioambiental de las operaciones de empresas de entregas ultra-rápidas. También estaremos muy interesados en conocer posibles alternativas más ecológicas a los planteamientos actuales.

Imagen: Freepik

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